Publicada en 2015, la carta encíclica “Laudati Si’: Sobre el cuidado de la casa común” es la primera encíclica papal dedicada enteramente a la crisis de nuestro hogar planetario. Constituye una llamada a la Iglesia y a “todos los hombres de buena voluntad” para que se unan con urgencia y respondan al “grito de la tierra y el grito de los pobres”. Este mismo año, más de 200 naciones se reunieron para firmar el acuerdo de París, un plan común que tiene la ambición de abordar la crisis climática antes de que sea demasiado tarde.

Es en este contexto y en esta misma fecha cuando nace el Movimiento Católico Mundial por el Clima (MCMC). Red mundial católica que reúne actualmente a 737 organizaciones católicas que se esfuerzan por cuidar de la creación respondiendo al cambio climático.

Las organizaciones miembro (congregaciones religiosas, diócesis y parroquias, movimientos, etc.) comparten y reciben recursos prácticos y útiles para desarrollar su trabajo sobre la protección de la creación.

La CICE es miembro del MCMC y forma parte de su comité ejecutivo desde 2019. Ya se ha beneficiado del apoyo directo del MCMC al menos en dos ocasiones: una presentación general del MCMC en el Consejo Mundial en Roma (2017) y la organización de un retiro de Laudato Si’ durante la reunión de los consiliarios nacionales de Europa-Mediterráneo (conjuntamente con la CICG-E) en Lille (2018).

En el marco del Año de Laudato Si’, la CICE propondrá iniciativas respecto a los cuidados de nuestra casa común, a lo que nosotros -como scouts- estamos tan vinculados y acostumbrados.

Los miembros de la CICE están invitados igualmente a unirse al MCMC y a participar en los capítulos locales donde tendrán la oportunidad de compartir con otras organizaciones locales comprometidas en la dinámica de la Laudato Si’. Los responsables de unidad y los rovers/rutas están igualmente invitados a hacerse animadores de Laudato Si’, participando en la formación online que se imparte con frecuencia en diversos idiomas.