Uagadugú, del 17 al 22 de febrero de 2025 – En un contexto subregional marcado por crisis de seguridad y humanitarias, más de 150 jóvenes y dirigentes scouts de 16 países de África Occidental se reunieron en Burkina Faso con motivo de la 15ª Conferencia Zonal y el 11º Foro Juvenil del Escultismo. Un encuentro estratégico centrado en la responsabilidad, la solidaridad y el compromiso de los jóvenes por la paz.

Un escultismo en acción frente a los desafíos del continente

El tema de esta edición, “Escultismo africano: papel y lugar de la juventud en la promoción de la paz, la cohesión social y la seguridad”, resuena con fuerza en una región donde la inestabilidad amenaza el desarrollo y el futuro de la juventud.

El escultismo, como movimiento educativo y de servicio, desempeña un papel clave en la formación de jóvenes comprometidos, capaces de construir un mundo más justo y pacífico. Pero para que este compromiso se haga realidad, es necesario ofrecer a los scouts espacios de reflexión, formación y acción, que es precisamente el objetivo de esta Conferencia Zonal y de su Foro Juvenil.

Plenarias y talleres para construir el futuro

Durante varios días, los delegados intercambiaron ideas en torno a cuatro ejes fundamentales:

  • Seguridad, paz y cohesión social: ¿Cómo puede el escultismo actuar como mediador y contribuir a la resolución de conflictos?

  • Empleo y emprendimiento juvenil: Frente al desempleo y la precariedad, ¿cómo fomentar el autoempleo y la innovación entre los jóvenes scouts?

  • Juventud y crisis de valores: ¿Cómo fortalecer la educación moral y espiritual de los scouts para que sean modelos en sus sociedades?

  • Compromiso ciudadano de los scouts: ¿Qué mecanismos establecer para garantizar una participación activa de los jóvenes en las decisiones que les conciernen?

Estos intercambios permitieron identificar desafíos, pero sobre todo construir soluciones concretas y adaptadas a las realidades del terreno.

Un fuerte llamado de la CICE: Reafirmar el papel del escultismo católico

Presente en esta conferencia, la Conferencia Internacional Católica del Escultismo (CICE), representada por el Jefe Marcelin Henry DIENE, Vicepresidente del Comité Mundial de la CICE, reafirmó su compromiso de acompañar a los jóvenes scouts en su misión como constructores de paz y cohesión social.

En su discurso, el representante de la CICE recordó que el escultismo no es simplemente una animación de actividades, sino una verdadera escuela de vida y espiritualidad.

Como enlace institucional entre la Iglesia Católica y el escultismo, la CICE subrayó la necesidad de que los scouts católicos vivan y asuman plenamente su fe dentro de su compromiso scout.

“¿Por qué habría que esconder la propia fe al asumir responsabilidades en el escultismo? La fe no debe quedar relegada, sino iluminar y guiar nuestro compromiso.”
— Fragmento del discurso de la CICE

Actualmente, ocho países de África Occidental ya son miembros de la CICE, y la adhesión de Malí está en camino. Se lanzó un llamado a las demás naciones para que se unan a esta dinámica y hagan del escultismo católico una fuerza viva al servicio del bien común.

Compromisos concretos para un impacto duradero

Más allá de los debates y resoluciones adoptadas, esta conferencia marcó un giro decisivo con varios compromisos clave:

  • Establecimiento de un marco de cooperación entre las Organizaciones Scouts Nacionales (OSN) para reforzar la colaboración regional y compartir buenas prácticas.

  • Lanzamiento de un plan de acción trienal que integra programas de formación en liderazgo, mediación y emprendimiento para los jóvenes scouts.

  • Compromiso de los scouts de convertirse en embajadores de paz y cohesión social en sus comunidades, mediante acciones concretas de sensibilización y mediación.

El futuro del escultismo en África Occidental no se construirá solo con discursos, sino con acciones concretas y un compromiso renovado de los jóvenes líderes scouts.

Hacia un escultismo más fuerte, más comprometido e inspirador

Al concluir la 15ª Conferencia Zonal y el 11º Foro Juvenil, los participantes compartieron un sentimiento común: el de una responsabilidad compartida y una misión por cumplir.

El escultismo no es solo una aventura personal; es una promesa de servicio, de educación, de protección. Y esta promesa cobra aún más sentido en una África que necesita jóvenes constructores de paz, líderes íntegros y arquitectos de un futuro mejor.

Uno de los momentos más destacados de la clausura en Uagadugú fue la entrega de la bandera a Liberia, que acogerá la próxima Conferencia Zonal y Foro Juvenil en 2026.

El camino continúa, y cada paso cuenta. ¡Viva el escultismo, viva la juventud comprometida por un mundo mejor!